Tres buenas razones me llevaron a elegir un nombre un tanto exótico. Te invito a seguir leyendo si quieres saber cuáles fueron:
1. Sakura significa en japonés “cerezo en flor”, y constituye uno de los símbolos más universales de su cultura.
No se trata solo del cerezo, sino del instante exacto de su floración, en Primavera, en torno al cual se celebra el festival del Hanami.
Es un momento mágico del año, donde el Invierno deja paso a la Primavera, que anuncia un nuevo ciclo repleto de sol, buen tiempo, expansión, apertura y frutos. Y las familias lo celebran con picnics bajo las nubes blancas y rosadas en que se han convertido los cerezos.
Como los árboles, las personas también atravesamos ciclos, con períodos más oscuros y fríos, donde parece que todo es incierto y que ningún esfuerzo fructifica. Pero si sabemos ser pacientes y acompañar el proceso, pronto se abrirá una nueva etapa más próspera donde vuelve a salir el sol, reconectamos con la alegría de vivir y por fin es el momento de cosechar los frutos… de dis-frutar de nuestro propio SAKURA interior!
2. Por otra parte, me gusta la lección que nos muestra la Naturaleza -los árboles- con respecto a aceptar la semilla que te ha tocado, y sencillamente abrirte a acompañarla para que despliegue todo su potencial.
De un modo humilde, sencillo -y esplendoroso a la vez- cada semilla se convierte en el árbol que había venido a ser,Y NO EN OTRO. La almendra en almendro, el piñón en abeto, la bellota en roble o la aceituna en olivo. En un proceso que tiene mucho de Wu Wei –hacer sin hacer, según los taoístas-.
Sé por propia experiencia lo difícil que nos resulta a las personas permitirnos sencillamente ser lo que habíamos venido a ser. Suele ser una carrera de obstáculos sorteando la cultura imperante, los deseos de nuestros padres, nuestras propias expectativas, distorsiones, apegos…
Qué descanso cuando nos abrimos con humildad a quienes realmente somos y nos transformamos en la mejor versión de nosotros mismos, aceptando la diversidad con la que la Naturaleza nos ha hecho a todos.
“Conócete a ti mismo”, rezaba una entrada de El Templo de Delfos, hace más de dos mil años. Porque si no nos conocemos, ¿cómo podemos acertar en nuestras elecciones?. Observo tantas veces como las personas sufrimos inútilmente por procurar encajar en moldes que no van con nosotros.
El hombre PAS que niega su sensibilidad y pretende llevar un ritmo frenético, forzando su propio sistema. La chica que tiene talento y pasión para una profesión más creativa y se empeña en estudiar Económicas para no confrontar a su entorno. O quien tiene espíritu aventurero y termina construyendo una vida convencional y cargada de obligaciones simplemente porque nunca se preguntó qué quería él de verdad.
Así que a todos nos urge pasar un etapa de sana curiosidad e introspección para descubrir quiénes somos en realidad, con qué tipo de semilla -potencial- vinimos aquí. Y, poquito a poco, convertirnos en el mejor jardinero de nosotros mismos, procurándole a esa semilla las condiciones que necesita para crecer.
El cerezo florece cada Primavera porque su semilla no pierde tiempo valioso forcejeando por ser un eucalipto, un naranjo o cualquier otra especie diferente de la que ha venido a ser. ¡Cuánta energía recuperaríamos los humanos si aprendiéramos de la Naturaleza!
Así que SAKURA aquí simboliza también “llegar a ser quien habías venido a ser, y no otro”.
3. Por último, Sakura es un guiño a Oriente porque crecí influenciada por las filosofías orientales, cuando en Occidente todavía no era algo muy habitual.
Como decía Albert Einstein: “Occidente tiene los medios. Pero Oriente tiene la razón”.
Antes o después, con un acercamiento más superficial o más profundo, todos hemos ido girándonos hacia su sabiduría milenaria. Aunque bien es cierto que también podemos aprender verdades universales de grandes sabios de aquí, sin tener que llevar la mirada tan lejos. Lo que los expertos denominaron “Filosofía Perenne”.
De cualquier modo, cada vez somos más los que incorporamos sus puntos de vista a nuestro día a día, porque resultan ser herramientas realmente útiles para vivir mejor, que de eso se trata todo esto.
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“Vivimos vidas que no son las nuestras, aspiramos a ideales ajenos y soñamos los sueños de otros. No hay exageración, es así. Nuestras aspiraciones son las de nuestros padres, y hasta nos enamoramos de personas que en verdad no nos gustan. ¿QUÉ NOS HA PASADO? Persigo algo que en el fondo no deseo. Lucho por algo que me es indiferente. Hago un viaje y no veo nada. Me voy de vacaciones y no descanso (…). Ante esta absurda situación, voy a pararme, a respirar y a NACER… “
Pablo D´Ors, Biografía del Silencio
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Sakura Republic sería algo así como una invitación, una conquista -personal y colectiva- donde cada cual se permita ser quien había venido a ser. ¡Nada más y nada menos!